Llega un hombre al oculista porque se le acaba de meter algo en el ojo y le dice al doctor:
“Doctor, me ha entrado un cuerpo extraño en el ojo y me molesta mucho.”
El doctor le dice:
“Espere un momento por favor, ahora mismo lo atiendo.”
Pasan unos minutos y la secretaria va a la sala de espera y dice:
“Por favor, que entre la persona del cuerpo extraño.”
En ese momento salta un jorobado muy molesto y dice:
“¡Podrían llamarme por el nombre!”