Una mujer conoce a un tipo en un bar … conversan, se entienden y terminan marchándose juntos. Se van al departamento de él y,
mientras le enseña el lugar, ella nota que su dormitorio está lleno de ositos de peluche. Todos bien acomodaditos:
los mas grandes en la repisa de arriba, los medianos al centro y los
pequeñitos abajo.
La mujer está sorprendida que un hombre tenga esa colección de peluches, pero decide no comentarle nada
y se alegra de que él no tenga miedo de expresar su lado sensible (ese que tanto les gusta a las mujeres).
Ella lo ve a los ojos,
, ella feliz
con su hombre sensible, acurrucada en él, le pregunta:
-¿Y bien ? ¿que tal estuvo?
El hombre se da vuelta y con el pucho en la boca le dice:
-¡Nada mal!. Podes retirar tu premio de la repisa del medio.