Al cruzar por delante de un espejo, uno de lepe se ve reflejado, lo que provoca que se pase todo el día pensando:
“¿De qué conozco yo a ese tío que estaba ahí delante? ¿Dónde lo he visto?”
Por la noche, ya acostado sigue dándole vueltas en la cabeza
– Jooo.. el caso es que me suena mucho su cara….
– ¿Dónde lo he visto?
y al rato…
“¡Coño, ya lo sé!
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¡Es él que se corta el pelo delante de mí en la peluquería!”