En una reunión de amigos se encontraban un pirómano, un zoofílico, un necrofílico, un sádico y un masoquista cuando de pronto ven pasar un gatito y dicen:
el piromano
–tengo una idea vamos a quemar al gato–
el zoofílico:
–no, no, mejor nos f*ll*mos al gato y luego lo quemamos–
el sádico:
–mejor primero nos lo f*ll*mos, lo golpeamos y luego lo quemamos–
el necrofílico:
–nos lo f*ll*mos, lo golpeamos, lo quemamos y luego no lo volvemos a f*ll*r–
el masoquista:
–miauuuuuuuu–