Se encuentra un señor parado a la orilla de la carretera en la noche pidiendo aventón y estaba cayendo una tremenda tormenta,
pero nadie se paraba, cuando de repente volteó y vio que para la curva venía un carro, y que se para.
El señor sin dudarlo más se sube al carro y cierra la puerta, cuando de repente voltea y se da cuenta que nadie va manejando el carro,
voltea hacia la carretera y ve que adelante había una curva y el señor empieza a rezar.
Cuando al llegar a la curva se abre la puerta del chofer, entra una mano y mueve el volante en la curva,
y así le sucede repetidas veces hasta que el señor no aguanta y se baja del carro y se va corriendo hasta el pueblo más cercano,
entra a la cantina y a todos les empieza a contar lo que le sucedió.
Como a la media hora llegan dos tipos todos mojados y le dice uno al otro:
Mira Juan, allá está el tipo que se subió al carro cuando lo veníamos empujando